LOS VEINTICINCO AÑOS DEL MUSEO DEL CHE DE CABALLITO


Hoy 26 de abril de 2021 celebramos el vigesimoquinto aniversario de la fundación del Primer Museo Sudamericano dedicado a Ernesto “Che” Guevara, vástago de un movimiento que llamamos “Chaubloqueo”.

Todo comenzó durante nuestro primer viaje a Cuba en enero de 1992, en medio de serias carencias materiales a causa del bloqueo y la caída del campo socialista. En esa época se produce la “Masacre de Tarará”, producto de la cual murieron tres jóvenes guarda fronteras, quedando un cuarto gravemente herido. Entonces nosotros, conmovidos por el sentimiento generalizado de pesar entre los cubanos, nos presentamos en el Hospital Naval para donar sangre para aquel muchacho llamado Rolando Pérez Quintosa. Y si bien no fue necesario donar porque el hospital contaba con suficiente sangre, logramos hablar con el padre de Rolando, a quien le dejamos una carta para su hijo, invitándolo a que nos escribiera cuando se recuperara. Lamentablemente el muchacho no logró sobrevivir, pero como esa carta llegó a la primera plana de los diarios cubanos, recibimos con el tiempo cinco mil seiscientas cartas de cubanos que, movilizados por la historia, quisieron responder la carta en lugar de Rolando. Todo esto nos alentó a confeccionar una lista con esos cubanos que nos escribían, y las repartimos entre la gente. Así, muchos argentinos comenzaron a escribirse con el pueblo cubano bloqueado.

De regreso de una gira por Cuba nos contactó el arquitecto Rodolfo Livingston, quien quería incluir esta historia en su libro “Cuba existe, es socialista y no está en coma”. Y luego de que miles de argentinos leyeran su libro, se fue gestando la idea de trabajar para generar un espacio de solidaridad concreta, que bautizamos “Chaubloqueo”. En siete años enviamos cuatrocientas sesenta toneladas de ropa, calzado, medicina, alimentos y juguetes, entre otros donativos. Como nuestra casa ya no daba abasto, decidimos alquilar un gran local ubicado en Nicasio Oroño 458 junto a los amigos que se sumaron al trabajo. Ese galpón derruido, sucio y sin luz, tal vez por influencia de miles de cartas cubanas, se convirtió pronto en el Primer Museo Sudamericano dedicado a Ernesto “Che” Guevara.

El sobreviviente cubano del foco guerrillero del “Che” en Bolivia, Harry “Pombo” Villegas, y el Dr. Alberto Granado, amigo y compañero de viajes de Guevara, fueron los padrinos del museo que durante seis años reunió y difundió material de la vida del héroe, pero también acogió el trabajo solidario por Cuba. Nunca se cobró entrada, y se brindó el espacio para distintas actividades de interés cultural y social. Tras seis años llegó la tragedia en 2002: De la Rúa huyó, la economía se desplomó, y la gente perdió el dinero que tenía depositado en los bancos. Semejante situación empujó a nuestros amigos a abandonar el trabajo en el museo, y nosotros atinamos a guardar los documentos, fotografías, esculturas, obras de arte, y demás objetos en un depósito. En diciembre de 2008 le propusimos a Hebe de Bonafini, presidenta de la “Asociación Madres de Plaza de Mayo”, que aceptara todo ese material a modo de donación, para que el museo fuera reabierto en el “Espacio Cultural Nuestros Hijos” (ECUNHI). Como Hebe aceptó, hoy miles de personas aprecian esa colección en la antigua “Escuela de Mecánica de la Armada” (ESMA), sitio que durante la última dictadura cívico- militar fue un centro clandestino de detención, tortura y exterminio.

Nuestra experiencia con el museo nos permite asegurar que el “Che” Guevara es un paria en su propia patria. Nunca figuró en un libro de texto escolar, y los medios de comunicación siempre lo denostaron, atacaron, calumniaron, tergiversaron u ocultaron. El contraste entre esa actitud y la de los turistas de cualquier nacionalidad que llegaron desde 1996 al museo y hasta hoy a Rojas 129 (donde aún compartimos materiales del “Che”) es llamativa. Los turistas llegan buscando a un “Che” Guevara que en realidad está dentro de ellos mismos, y no pueden encontrar en Argentina un lugar grande e importante donde puedan sacar esa emoción hacia el exterior.

La guardia del Museo que funciona en el local de antigüedades de Rojas 129 significa para nosotros una hermosa lucha diaria para mantener la memoria histórica en su justo lugar. Asumimos la tarea de recuperar para los argentinos el derecho de saber, conocer y admirar al hombre nuevo nacido en Argentina, que nadie olvidará jamás, porque es uno de los que más se acercaron a la calidad de “seres humanos puros”. El ser humano "puro" es solidario, ético, protector de los débiles, amante del prójimo, se sabe parte de la humanidad y a ella se debe y se dedica. Tal como lo hicieran el doctor Albert Schweitzer, Mahatma Gandhi, la Madre Teresa, Martin Luther King, y tantos otros seres humanos que pudieron despojarse de la animalidad, el egoísmo, las ambiciones y perversiones, que el capitalismo impone y promueve en el mundo actual. 

Eladio González (“Toto”) e Irene Perpiñal

Directores fundadores del Primer Museo Histórico Sudamericano Ernesto “Che” Guevara", la Escuela de Solidaridad con Cuba "Chaubloqueo", y el Centro de Registro de Donantes Voluntarios de Células Madre, ubicado en Rojas 129.

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