A pocos
días de cumplirse 90 años de la fundación de la Biblioteca Popular “Dr. Tristán
J. González”, repasamos la historia de la institución con Rafael Beñacar, su
bibliotecario.
La Compañía
de tabacos “Nobleza” adquirió en 1920 el terreno que hoy ocupa la Facultad de
Filosofía y Letras (Puán 420) para desarrollar sus actividades. Permaneció allí
sesenta años, ya que en 1981 se trasladó al partido bonaerense de San Martín.
Durante ese lapso participó activamente de la vida comunitaria de Caballito, debido
a que la mayoría de sus empleados vivían en nuestro barrio. Uno de los hitos de
aquella actuación fue la fundación de la Biblioteca Popular “Dr. Tristán J. González”,
creada el 30 de marzo de 1928 por el Club Atlético “Pour La Nobleasse”,
integrado por empleados de la empresa. Nueve décadas después hablamos con el
bibliotecario Rafael Beñacar, quien está hoy a cargo del resguardo del patrimonio
casi centenario de la mencionada institución, que aún hoy se ubica en Pedro
Goyena 1579.
¿Cómo se preparan para el cumpleaños Nº 90?
Lo tomamos
con tranquilidad, porque en realidad el 30 de marzo de 1928 se fundó como
biblioteca a secas. Es decir que sólo estaba a disposición de los empleados y
familiares de la empresa de tabaco “Nobleza”, que tenía su sede a pocas cuadras
de acá. Recién el 9 de julio de 1929 es
reconocida como biblioteca popular, y es abierta a todos los vecinos del
barrio, entre los cuales se contaban casi todos los empleados de la empresa…
¿A qué se debe el nombre que lleva?
El nombre
de Tristán J. González remite al médico de la empresa “Nobleza”, quién además
de promover la fundación de la biblioteca, donó el inmueble donde se emplaza y
una buena cantidad de libros. Se podría decir que él cimentó las bases de la
biblioteca. Y como “Nobleza” estuvo de acuerdo con esto, empezó a otorgar un
subsidio mensual para su mantenimiento.
¿La biblioteca incluyó siempre a los vecinos?
Sí, lo hizo
siempre en tanto biblioteca popular. De no obrar de esa manera no hubiese sido
considerada como tal. No se si sabés, pero el concepto de biblioteca popular es
único a nivel mundial: todas las bibliotecas populares son argentinas. Su
propósito es asegurar que la información esté en permanente conexión con la
comunidad en la cual está inmersa. Su origen es atribuido a Sarmiento, y tiene
que ver con la importancia que él le daba al hecho de que surgieran bibliotecas
desde los barrios. En el resto del mundo tenés sólo bibliotecas privadas o
públicas de gestión estatal, en sus niveles municipal, provincial o nacional.
Eso no significa que las bibliotecas populares no tengan subsidio estatal…
¿Se puede decir que lo son en cuando a su
gestión?
Exacto,
todas las bibliotecas son populares en cuanto a su uso, pero las que son como
la nuestra surgieron de la inquietud de una comunidad en particular. En nuestro
caso, nació de la iniciativa de algunos empleados de una empresa, lo cual no
era usual. Algunos años después se fundó la Comisión Nacional de Bibliotecas
Populares (CONABIP), con la cual nos relacionamos activamente desde 1995, año
en el que la empresa “Nobleza” decidió dejar de pagar el subsidio a la
biblioteca. También nos vinculamos con otras bibliotecas populares: hay más de
dos mil en el país, y unas cincuenta en nuestra ciudad. Con estas últimas
empezamos a coordinar más, entre otras cosas porque el subsidio de la CONABIP
no nos alcanzaba. Organizamos distintos eventos y actividades para mantener las
bibliotecas. Recién en 2007 salió como ley un subsidio específico del gobierno
de la ciudad, y a partir de eso logramos una asignación gracias a la cual
tenemos amparo los bibliotecarios (risas). Es decir que se empezó a considerar nuestro
trabajo y su respectiva remuneración. En nuestro caso, desde la empresa hubo
confianza en mi trabajo, y también un reconocimiento.
¿Cómo funciona actualmente la biblioteca?
Tenemos
asociados, aunque pocos. Algunos activos, que utilizan regularmente los
servicios de la institución, y los pasivos que se asocian para colaborar. En
una época las escuelas, sobre todo a nivel secundario, mandaban a sus alumnos
como grupos de estudio. Eso en función de internet, y todo lo que se mueve por
ese lado, fue mermando. Pero está activa la parte de los adultos, y también hay
movimiento entre los padres de chicos en edad escolar, que los traen acá para
que sus hijos se familiaricen con la lectura. De algún modo, la biblioteca se
mueve en esos tres sectores: los adultos, los adolescentes y los chiquitos.
Al que
viene por primera vez lo ponemos al día con las reglas generales, y lo orientamos
en lo que necesite. Puede consultar libremente (gracias a los subsidios ya no pedimos
una contribución), y quedarse toda la tarde leyendo en la biblioteca, si así lo
desea. Se acepta consultas in situ o que traigan sus libros. Pueden venir con su
computadora porque acá hay wi- fi. También hacemos préstamos de libros. Pero
para ello sí se abona una cuota módica, que son 30 pesos por mes, y tres meses por
adelantado.
¿Crees que la gente es consciente que en
internet no está sintetizado todo el saber?
En una
medida, yo te diría que se es consciente a nivel gubernamental pero no a nivel
popular. Porque desde la CONABIP, por ejemplo, se hizo un aporte para financiar
una carga parcial de los títulos que existen en esta y otras bibliotecas. Y gracias
al catálogo centralizado que confeccionó, se puede acceder al conocimiento que
está atesorado en las bibliotecas populares. Es decir que la CONABIP promueve la
lectura y la difusión del libro. Y hace falta hacer ese trabajo, sobre todo con
la irrupción de internet. Porque muchos creen que allí se resume todo el
conocimiento, y claro está que no es así. Sí se pueden evacuar muchas dudas,
pero otras no. Creo que a nivel popular eso no se conoce.
¿Cuál crees que es el rol que cumplen hoy las
bibliotecas populares?
En las
bibliotecas populares se apuntala la cultura general de las personas, nos da
una amplitud que permite cambiar un poco el estilo propio, que a veces es
demasiado específico. Una biblioteca popular puede completar tu visión de todo
lo que te rodea.
La
Biblioteca Popular “Dr. Tristán J. González” queda en Pedro Goyena 1579, y
funciona de lunes a viernes de 15:30 a 20:00. Contacto: Tel. 4432-3118 - bib.tjgonzalez@gmail.com - www.bibtjgonzalez.blogspot.com.ar
Comentarios
Esta biblioteca sigue abierta?
Gracias
Gracias por comunicarse con nosotros, y si nos escriben por facebook o instagram veremos antes sus mensajes.
Saludos, y nos estamos viendo por las calles de nuestro querido barrio.