RUMBO A NUESTRO BICENTENARIO



























El relato histórico suele lidiar con cuestiones que se resisten a la periodización. De este modo, el nacimiento de un barrio como Caballito puede dar lugar a múltiples interpretaciones. De cualquier forma, podríamos acordar que un 15 de febrero, que según la Ley 950 del 3 de enero de 2003 es el “Día del barrio de Caballito”, sucedió lo que podríamos llamar la “fundación mítica” de nuestro pago chico. Aquel día del año 1821, el inmigrante genovés Nicolás Vila adquirió la manzana comprendida entre las actuales Avenida Rivadavia, Emilio Mitre, Av. Juan B. Alberdi y Víctor Martínez. Y en la esquina sudoeste de Rivadavia y E. Mitre edificó una casa con cuatro habitaciones, una de las cuales contaba con puertas a ambas calles y techo de azotea. Allí funcionaría la que luego se conocería como la pulpería “del Caballito”.

Cuenta la tradición que Vila adquirió el casco de una vieja ballenera que había encallado frente al paseo de La Alameda para emplear sus maderas en diversos destinos de su casa de comercio. En el palenque exterior, próximo a una de las puertas de entrada, plantó el mástil de la embarcación malograda, y en el tope del mismo colocó una veleta de latón con la figura de un caballito de patas retaconas, que había comprado en una herrería ubicada en la actual calle Venezuela, entre Perú y Bolívar. 

Con el correr de los años la pulpería de Vila se transformó y llegó a adquirir fama por su servicio de cocina, especializado en platos italianos y del país. Los días domingo se acercaba mucha gente a pasar el día en la quinta contigua, donde se jugaba a las bochas y a otros pasatiempos a la sombra de los numerosos árboles, al son de las infaltables guitarras y arpas. Fue a partir de entonces que tanto sus parroquianos como los transeúntes comenzar a utilizar la veleta como referencia geográfica, nombrando en los hechos al incipiente vecindario como los pagos “del Caballito”. Y cuando en 1857 se construyó la estación del Ferrocarril del Oeste correspondiente a aquella zona, los directivos de la “Sociedad del Camino de Hierro de Buenos Aires al Oeste” no dudaron en bautizarla como “Caballito”, estableciendo definitivamente aquel nombre para nuestro barrio. Así, una serie de hechos fortuitos iniciada hace casi doscientos años nominaron estas tierras donde transcurre nuestras vidas…

Ahora bien, ¿Caballito cumple efectivamente doscientos años este 15 de febrero de 2021? Seguramente, su nacimiento en tanto barrio de la ciudad de Buenos Aires es posterior. Pero aquel lejano 15 de febrero de 1821 empezó a idearse el sitio que le daría su nombre definitivo. Bien vale entonces que celebremos aquel hecho que sentó las bases de lo que hoy es nuestro barrio. Porque ese caballito retacón sigue galopando en nuestro corazón, y simboliza nuestro sentido de pertenencia a este pedacito de la ciudad

Fuentes consultadas:

- Revista “Plus Ultra” nro. 107, marzo de 1925.

- “El barrio de la Veleta. Historia del Caballito” (Osvaldo Carlos Sidoli).

Ilustración: Enrique Fernández Chelo.

 

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