EL NORTE DE CABALLITO*

Foto: H. G. Olds., 11/05/1904.
De Rivadavia hacia el norte el panorama no difería mucho (respecto al sur): residencias y quintas arboladas hasta las vías del ferrocarril, luego chacras y grandes potreros cercados por cina-cina o abiertos a los cuatro vientos, como los de Izaguirre, ubicados donde hoy se halla la playa de cargas del ferrocarril Sarmiento. En ellos, en 1882, un grupo de ingleses instaló la primera cancha de polo del país, perteneciente al “Flores Polo Club”.
A principios del siglo XX, por los polvorientos callejones de esos lados, solían marchar los cadetes de la cercana Escuela Naval, instalada entonces en la desaparecida quinta Videla Dorna, frente al parque Rivadavia.
A la altura del camino conocido por “segunda Gauna” (actual calle Neuquén), todo era campo abierto y soledad. Solamente algunos hornos o la antigua construcción de una pulpería indicaban el trazado del lejano camino de Gauna. Los extensos campos de Dn. Nepomuceno Márquez se hallaban a la altura del cruce de las actuales avenidas Gaona y Donato Álvarez, lugar de tráfico intenso actualmente, donde se levantan edificios monumentales, como el Policlínico Bancario, o se extienden las arboledas de la plaza Irlanda. Aquellos descampados, atravesados a lo lejos por el arroyo Maldonado fueron poblándose recién a principios del siglo XX, y alrededor del Centenario (de la Revolución de Mayo) comenzaron a urbanizarlos. El inicial caserío recibió el nombre de Villa Sáenz Peña, designación que, (...), desapareció con el tiempo.
Pero si esta parte del Caballito era despoblada y agreste, en cambio, era importante por sus caminos, como los ya nombrados de Gauna o la actual calle Neuquén, a los que se sumaban el de Moreno (hoy avenida Warnes), muy transitado por carruajes, debido a que tenía uno de los pocos puentes que existían sobre el Maldonado, y el conocido por el nombre de “camino de Caballito”, hoy calle Martín de Gainza.
Una de las chacras más conocidas por allí era la de Dn. Plácido Piñeiro, comprada por la Municipalidad en 1898, donde formó el llamado parque Central, que en 1910 pasó a designarse parque Centenario.

*Fuente: “Guía antigua del Oeste porteño” (Hugo Corradi).

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