“EL TEMA ES CÓMO, DÓNDE, Y PARA QUIÉN SE DEBE CONSTRUIR…”

Foto: Estación de los Deseos


Rubén Kavanagh y Martín Iommi, integrantes del Consejo Consultivo Comunal de Caballito, explican por qué luchan por llevar a la realidad el proyectado “Parque Caballito”

El viejo conflicto referido al destino que se le tiene que dar a los terrenos de la ex Playa de Maniobras del ferrocarril vuelve otra vez a escena. Los vecinos movilizados pretenden transformar esos 178.000 mts² (ubicadas entre la avenida Avellaneda y las calles García Lorca, Donato Álvarez y Yerbal) en un espacio público de acceso libre y gratuito: el proyectado “Parque Caballito”. Y si bien el apoyo brindado por el candidato a Presidente por el Frente de Todos Alberto Fernández les genera expectativa, aún resta mucho camino por recorrer. Para entender un poco más acerca de esta cuestión, hablamos con el Arquitecto Rubén Kavanagh, autor del proyecto “Parque Caballito” y miembro de la Cámara de Comercio del barrio, y Martín Iommi, comunero por Caballito entre 2011 y 2015 y militante del partido Nueva Mayoría en el Frente de Todos, ambos integrantes del Consejo Consultivo Comunal de Caballito. 
-¿Por qué creen que tiene que haber un parque en los terrenos de la ex playa de cargas?
-El proyecto del parque se fundamenta en la necesidad histórica del barrio de aumentar sus espacios verdes. Porque en Caballito existe 1,3 mts² de espacio verde por habitante, y así quedamos lejos de los diez mts² que recomienda tener como mínimo la Organización Mundial de la Salud (OMS). -RK-
-En esos terrenos la empresa IRSA tenía planeado construir un mega shopping, y ahora proyecta hacer un complejo de viviendas con una base comercial…
-Ojo que acá hay dos temas diferentes: IRSA es una cosa y el parque otra. El sector que la empresa se atribuye como propio no alcanza a ser el 15% del total del predio. Son 2,4 hectáreas, contra las casi 18 del parque que proyectamos. -RK-
-Claro, los terrenos son federales y pertenecen a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Y además de los fondos necesarios para transformar una zona que no recibe inversión del Estado desde hace años, serían necesarios un convenio entre Ciudad y Nación, y una ley de la Legislatura porteña. Después tenés una franja que está en disputa, que son los terrenos de IRSA. -MI-
-Pero la empresa plantea que su emprendimiento levantaría una zona del barrio alicaída…
-Al margen de que IRSA obtuvo los terrenos de una forma poco clara, porque por ejemplo no presentan la escritura, nosotros venimos reclamando hace años que ese sector del barrio sea destinado a espacio verde. Y cuando empezamos a movilizarnos, ellos decían que el shopping iba a levantar la zona. Eso nos dio pie a hacer un proyecto concreto, el cual contempla todas las necesidades que un lugar como Caballito puede llegar a requerir, a partir de la opinión de los vecinos. Porque en definitiva, acá no se trata de estar en contra de la construcción. El tema es cómo, dónde y para quién se debe construir… Y si bien estamos hablando de un territorio nacional, Ciudad está trabajando a full con el proyecto inmobiliario. Ahora tratando de meter algo de parque por la presión de los vecinos movilizados. Con la idea ahora inclusive de llevar el tren por arriba, o sea tipo lo que hicieron en el barrio de Belgrano. Ellos quieren meter parque y edificios. -RK-
-Nosotros no queremos torres en ningún lado. Y si tenemos chance de ganar el conflicto, es porque se ha dado una batalla cultural en el barrio que se ganó. Lo que ahora cambia la perspectiva del conflicto es que el candidato a presidente mejor posicionado nos dio legitimidad, y que a nivel local se pueda dar un batacazo. Y básicamente lo que necesitás es que toda esa fuerza que pudiste construir te permita torcer el brazo a la constructora y ganar el predio para lo que se viene pidiendo hace ya treinta años. -MI-
-Acá hay un movimiento barrial y popular que durante diez años le impidió al poder de IRSA que llevara a cabo la obra prevista. Nuestra organización barrial amplia logró que ellos nunca tuvieran los números suficientes como autorizar esa obra. Y a eso hay que sumarle la ilegalidad. No hay forma de justificar que eso ha sido comprado porque nadie estuvo en condiciones de vender esos terrenos de forma particular, porque eran terrenos del Estado nacional. -RK-
-IRSA se encontró con una resistencia muy grande, y eso le genera varios conflictos. Uno, que no le da tanta legitimidad para avanzar con las instituciones del Estado que les tienen que garantizar los negocios. La otra es que en realidad no les cae muy bien a los inversores que se cuestione a la empresa y a la marca. Y después la caída tan fuerte del consumo, sumado a que los modelos de shoppings ya van quedando en desuso, hizo caer gran parte de la idea del proyecto. Igual uno no se confía… -MI-
-¿Cómo logran coordinar entre los distintos actores que participan del proyecto del parque?
-Cada actor tiene peso en sí mismo, y cada cual puede intervenir ante los distintos organismos oficiales por sí solos. De todos modos, hay una idea de mantener la unidad en distintos temas para poder avanzar. En realidad, el mérito de la lucha esta es que se logró articular un proyecto más general. -MI-
-Esto es una movida barrial en la que se defiende la identidad, la historia, y el patrimonio, como alternativa de calidad de vida. Además de la necesidad de no tener un lugar que sea para todos con libre acceso que sea gratuito. Esa es la esencia de lo que nosotros queremos. Y eso es lo que hay que resaltar: que no hay diferenciación política ni de organizaciones particulares ni nada, sino que nos hemos unido todos, porque es un problema de todos. Cuando se inunda, no importa a qué organización o partido político adherís. Lo mismo cuando se te corta la luz o no tenés agua a la noche. Eso se entendió así, y por eso esto va creciendo. -RK-

Fuentes consultadas:  www.letrap.com.ar – www.irsa.com.ar

Comentarios