“EL ACCESO A LOS DERECHOS NO PUEDE ESTAR MEDIADO POR LA CAPACIDAD ECONÓMICA DE CADA FAMILIA”

Foto: Anred.

Jonatan Baldiviezo nos explica de qué manera el Observatorio del Derecho a la Ciudad encara la defensa del ambiente urbano, y nos habla del estado de situación de las obras en el parque Rivadavia.
El Observatorio del Derecho a la Ciudad es una organización social independiente de carácter interdisciplinario conformada por estudiantes, profesionales y activistas en general involucrados en las problemáticas urbanas. Para conocer un poco más acerca de sus actividades hablamos con Jonatan Emanuel Baldiviezo, quien cree junto a sus compañeros que las ciudades deben construirse y reproducirse bajo el paradigma del “Derecho a la Ciudad”.
-¿Qué los motivó para crear el Observatorio?
-El Observatorio surgió a mediados de 2014 cuando nos vimos en la necesidad de crear un espacio en la ciudad que aglutine a profesionales y militantes de distintas organizaciones. Hacemos un seguimiento continuo de las políticas urbanas en Buenos Aires, y funcionamos en red.
-¿Qué entienden por “Derecho a la Ciudad”?
-El Derecho a la Ciudad tiene unos cuantos principios de los cuales se desprenden nuevos derechos urbanos. Uno de esos ejes es la democracia participativa, que tiene que ver con cómo recuperamos la discusión política, que la hemos delegado a la clase política. Se trata entonces de desconcentrar el poder en cada una de sus dimensiones. El otro de los ejes es la democratización de la ciudad, entendida como igualdad del peso de la voluntad de cada ciudadano en la toma de decisiones. Y luego un tercer eje que tiene que ver con la desmercantilización. El acceso a los derechos no puede estar mediado por la capacidad económica de cada familia. Por eso tomamos, por ejemplo, la lucha contra los Tarifazos: no podemos convalidar que la mayoría de la población no acceda a los servicios públicos porque se esté quedando sin capacidad económica. Partimos entonces de que las cuestiones ambientales urbanas abarcan todo.
-¿Qué tipo de actividades realizan?
-Nosotros dividimos las formas de actuación de las temáticas. Por una parte acompañamos a las asambleas de la ciudad brindándoles asesoramiento, capacitación, e información. Tenemos una pata en eso y, desde luego, en ver qué hacemos con respecto a la institucionalidad. Y ahí sí entramos en lo que es la elaboración de proyectos de leyes, tenemos una impronta de judicializar bastante. Por más que tenga sus limitaciones también la vía judicial, creemos que hay que agotar todas las instancias posibles: la administrativa, la judicial y la legislativa.
-¿Qué análisis hacen de las obras en el parque?
-Vimos que la fortaleza política del barrio no había alcanzado para detener la apertura de la calle. Por eso acudimos a la acción judicial. Lo que planteamos allí fue que si bien el nuevo Código Urbanístico tomaba una ordenanza sancionada hace mucho tiempo, eso iba totalmente en contra del Plan Urbano Ambiental y la Constitución de la Ciudad. Porque la ley que autorizaba la apertura de la calle es de jerarquía menor a las mencionadas. Y ambas dicen que los espacios verdes deben incrementarse, y si por alguna obra tuvieran que retroceder, se debe compensar. Un caso testigo de esto fue la construcción del Metrobus de la 9 de Julio. En el caso del parque está idea no está presente. En segundo lugar, el Plan Urbano Ambiental dice que se debe mantener la integridad de los parques: no se los puede ni tocar. Además hay un principio en cuestiones ambientales que es el de progresividad: una vez que le vas reconociendo derechos a la ciudadanía no se puede retroceder. Y en los noventa habían salido varias ordenanzas donde se prohibía el cambio de destino de los espacios verdes. Y eso fue incluso después de la ordenanza que establecía la apertura de la calle Beauchef, y que en el nuevo código se prefirió ignorar.
Por su parte, el gobierno respondió que no iban a hacer la apertura de la calle Beauchef, sino una puesta en valor de ese sector del parque, al que llamaron “Paseo Beauchef”. Sin embargo, en un reconocimiento judicial se certifica que el cartel de la obra no habla de “Paseo Beauchef” sino de “Pasaje Beauchef”. Y un pasaje es una vía pública, una calle chiquita en la que pueden pasar autos. Ellos dicen que la Legislatura habilitó un cambio de traza, pero que no lo van a hacer porque para eso tendrían que demoler una parte de la escuela. La obra sería una puesta en valor del pasaje, para ellos existente. Nosotros le presentamos la plancheta al juez, la cual mostraba que todo ese sector era espacio verde: el pasaje no existe. Por eso planteamos ahora que se está ejecutando una obra que no está autorizada.
El 13 de marzo el juez dijo que no otorgó la cautelar porque la obra estaba avanzada, y porque los feriantes estaban esperando volver a su lugar. Tomó también en consideración que el gobierno se había comprometido a que no pasaran vehículos hasta que se solucionara la cuestión de fondo.
Paralelamente nos queda saber si prospera un proyecto de ley para declarar al parque Rivadavia como “patrimonio cultural de la ciudad”. Varios legisladores ya manifestaron su apoyo, y esperamos preservarlo con esta iniciativa.

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