CONFLICTO DOCENTE EN CABALLITO

La situación laboral de los docentes llamados “personal civil de las Fuerzas Armadas” es incierta. Quienes ejercen la docencia en instituciones que dependen del Ejército, por ejemplo los Liceos militares o escuelas como el “Instituto Social Militar Dr. Dámaso Centeno”, no son considerados docentes en términos legales. Eso implica, entre tantas otras cosas, que dichas personas están excluidas de las paritarias salariales docentes, lo cual redunda en una baja del salario de alrededor de un 50%. La Unión del Personal Civil de las FF.AA. (PE.CI.FA.), el gremio que corresponde al personal no militar de esas fuerzas, aún no convocó a ningún plan de acción, y son las propias bases las que empiezan a traducir su malestar en acciones concretas.
El caso del Dámaso Centeno es muy particular. Porque si bien en décadas pasadas se abocaba a recibir exclusivamente a familiares de militares (en un principio era escuela para huérfanos) se abrió a la comunidad civil, siendo un híbrido entre escuela pública (está bajo la órbita del Ejército) y colegio privado (toda vez que cobra cuota y no está subvencionado por el Estado en ningún porcentaje). Desde hace unos diez años convocan a docentes por medio de concurso público y abierto, y desde hace tres se otorgan las suplencias por medio de acto público, lo cual es correcto.
Ahora bien, hasta el año pasado y tras muchos planteos a las autoridades, se logró que una repartición gremial de la PE.CI.FA determinase que los docentes tendrán un convenio, pero que a la fecha sigue sin homologarse. Se han presentado al respecto varias notas y reclamos, los cuales no han obtenido aún una respuesta.
La pasividad de gran parte de los docentes ante esta situación es una mezcla de ausencia de conducción y miedo. Dicha falta de conducción, sumada a la circulación de información poco clara, ha limitado en su accionar a los trabajadores que sufren esta situación, con un sueldo que roza lo miserable (cargo testigo: $ 9.672 vs. cargo testigo de FF.AA: $ 6.086), mientras PE.CI.FA se dedica a esperar la llegada de algo que nunca aparece.
Los docentes en pie de conflicto demandan ser reconocidos como lo que son, es decir docentes. También reclaman la equiparación salarial y una compensación retroactiva desde las intimaciones cursadas. Pero fundamentalmente buscan que se replantee su encuadre legal, ya que al momento están excluidos de los convenios propios de su trabajo, lo cual implica estar en una posición desventajosa en la negociación.
De cara a las negociaciones salariales de este año, y frente al panorama poco optimista que plantea el gobierno a escala nacional, con paritarias que buscan mantenerse diez puntos por debajo de la inflación prevista por el Congreso, varios docentes pertenecientes a estas instituciones no descartan comenzar con medidas de fuerza para visibilizar el conflicto.

Fuente:

https://parabuenosaires.com/docentes-del-damaso-centeno-al-pie-conflicto-institucional/

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