HISTORIA DE UNA CARTA (Parte 1)



 Juan Carlos Arcando (izq.) junto a Oscar Alba a bordo de aviso ARA Comandante General Irigoyen el 3 de junio de 1982 (Foto: gentileza J.C.A.).

Aquellas personas seguramente conserven pocos recuerdos del otoño de 1982. Tenían entonces apenas tres años de edad, y muchas ganas de jugar e imaginarse miles de aventuras. Tal vez se acuerden del olor a café que se sentía (y se siente aún hoy) en la puerta de su jardín…
Lo cierto es que la comunidad educativa del “Jardín Modelo”, ubicado en Rivadavia 6060, decidió plegarse a los envíos solidarios de cartas, ropa y alimento que entonces se realizaban a los combatientes de Malvinas. Aquel delirio bélico que la Dictadura cívico- militar montó sobre un reclamo legítimo de soberanía que nuestro país sostiene ante el Reino Unido desde 1833.
Los chicos mandaron sus dibujos sin saber lo que pasaba en el mundo “de los grandes”. No imaginaban que tal vez les sacaban una mueca de sonrisa a otros chicos mayores que, sin preparación para la guerra, fueron embarcados al sur.
Para esos niños salió una respuesta el 1 de junio de 1982 desde el aviso- remolcador ARA Comandante General Irigoyen. Era del Cabo Segundo Juan Carlos, un cordobés de Río Tercero que tenía 21 años y que cumplía tareas de logística y auxilio a bordo de aquel barco, que había formado parte de la flota estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
Foto: Flia Torres
Aquel joven, Juan Carlos Arcando, es hoy el vicegobernador de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico sur. Uno de aquellos chicos, quien dirige una revista barrial en Caballito, escribe hoy estas líneas luego de 35 años.
La historia del reencuentro epistolar, claro está, queda por contarse…

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