“LOS VECINOS DEBEN PLANIFICAR SUS ESPACIOS PÚBLICOS”


Foto: E. J. T.
Martín Iommi, miembro de la Junta Comunal Nº 6 y candidato del frente Camino Popular, explica qué atribuciones tiene la junta que integra y analiza la situación actual del barrio.
El próximo domingo 5 de julio se decidirá quién será el nuevo Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y se renovará la mitad de la Legislatura. Pero en estas elecciones en ciernes también se renovarán los siete miembros de cada Junta comunal, algo que no suele tenerse tan en cuenta. Para entender qué se juega a nivel local en esta contienda, hablamos con el comunero por Caballito Martín Iommi, militante de Camino de los Libres, quien busca su reelección en la lista del frente Camino Popular.
-¿Cuáles son las competencias de las comunas?
- Las comunas tienen competencia en todo lo que tiene que ver con el espacio público: el pavimento, la poda, las veredas, el arbolado, y las luminarias. Y a su vez tienen una serie de competencias relacionadas con el control. En relación al presupuesto, las comunas pueden planificarlo y ejecutarlo, aunque esto no haya sucedido aún. El año pasado el gobierno empezó a darles algo de recursos a las comunas. Pero se le dieron apenas diez millones de pesos a cada una, cuando en realidad las quince comunas deberían manejar entre todas unos 250 millones. Y encima, la plata se gastó de forma irregular a través de decretos de necesidad y urgencia, sin que se haya pasado por la Junta comunal, y favoreciendo a empresas vinculadas a Horacio Rodríguez Larreta. La pintura de la sede comunal, según este esquema, fue una cuestión de “necesidad y urgencia”… Los comuneros tenemos derecho a decidir qué se hace con los recursos, y también lo tiene el Consejo Consultivo, que es el ámbito donde pueden participar los vecinos. Oportunamente hicimos junto a la comunera Ondina Fraga la correspondiente denuncia por corrupción contra Marcelo Iambrich, Presidente de la Junta comunal. El informe fue presentado ante la Procuración, la Auditoría y la Legislatura.
-¿Creés que esta es una práctica común del Ejecutivo local?
- Creemos que estamos ante un modelo de ciudad enfocado en la tercerización de tareas delegadas a empresas privadas, gracias al cual estas se enriquecen con el dinero del Estado. Y por otro lado, ante un modelo de planificación urbana donde las constructoras, gracias a la especulación inmobiliaria, planifican un desarrollo que nada tiene que ver con la satisfacción de las necesidades de la población. Básicamente se construye más en los barrios del norte de la ciudad, o sea donde es más rentable y no donde está la necesidad. Y ojo que este modelo de ciudad que nosotros cuestionamos fue acompañado tanto por el Kirchnerismo como por lo que hoy es Energía Ciudadana Organizada (ECO). En particular, en la aprobación de los sucesivos Presupuestos, que deciden las prioridades financieras para llevar adelante políticas de Estado, y lo que en 2012 denominamos como el pacto “PRO- K”, que fue la entrega de tierras públicas más grande que existió en nuestra ciudad.
-Hace poco la Agencia Gubernamental de Control dictó la clausura preventiva del predio que está al lado de Ferro, donde quieren hacer un shopping…
-Nosotros vemos que esta agencia ha querido generar hechos mediáticos que han tendido a demonizar a los centros culturales, de mostrarlos como lugares peligrosos donde los asistentes corren riesgo. Pero las grandes tragedias ocurridas en nuestra ciudad fueron en lugares de concurrencia masiva como Keyvis, Beara, Cromagnon y Iron Mountain, donde el gobierno local dejó actuar a las grandes empresas con total impunidad. En el barrio teníamos una situación particular con este depósito ilegal de containers de IRSA que funcionó durante cuatro años, y cuyo trámite de clausura debió durar 72 horas. Tal es la relación de estos desarrolladores de negocios con las autoridades de la ciudad. Nosotros estamos impulsando el proyecto del “Parque de Caballito” junto a diversas organizaciones e instituciones, porque pretendemos que se construya un espacio público en ese lugar de 17 hectáreas, entre las calles Avellaneda, García Lorca, Yerbal y Donato Álvarez. Que recupere los espacios del ferrocarril y el terreno comprado fraudulentamente por IRSA, y que represente una alternativa a la construcción indiscriminada y al shopping. Los vecinos deben planificar sus espacios públicos. Si no sucede esto, la ciudad queda a merced de las corporaciones que operan con la complicidad del Estado.

Comentarios