EL PARQUE DEL CENTENARIO

En 1898 la Municipalidad de la ciudad adquirió los terrenos de la sucesión de Parmenio Piñero con el fin de habilitar en los mismos el “Parque del Oeste”. Dicho espacio abarcaba la zona delimitada por las actuales calles Leopoldo Marechal, Ángel Gallardo, Río de Janeiro y Díaz Vélez, y durante varios años continuó siendo un lugar de potreros y hornos de ladrillo. Durante la intendencia de Manuel J. Guiraldes, y por ordenanza del 14 de mayo de 1909, se le asignó el nombre de Parque Central del Centenario y se inauguró en 1910, con motivo de las celebraciones del centenario de la Revolución de Mayo. Parte de los terrenos ubicados entre Patricias Argentinas, Ángel Gallardo, Río de Janeiro y Díaz Vélez fueron cedidos a diversas instituciones de bien público u oficiales, o fueron vendidos por la Municipalidad con el objeto de crear un barrio parque. Dentro del espacio público propiamente dicho, se instalaron la Asociación Argentina de Amigos de la Astronomía, el Museo de Ciencias Naturales y el Hospital Oncológico “Marie Curie”. Asimismo, en 1953 se creó el moderno Anfiteatro “Eva Perón”.
El Parque Centenario también posee una feria de libros, artesanías, y hasta un completísimo mercado de pulgas. Claro que los vecinos siempre se apropiaron del parque y nunca faltó la ejercitación física, la música, los ciclos de cine y hasta una huerta. Lamentablemente, al día de la fecha se mantiene enrejado su perímetro, quedando vedado al público su uso nocturno.
Fuente consultada:
“El barrio de la veleta. Historia del Caballito” (Osvaldo Carlos Sidoli).

Comentarios

F. Invernoz ha dicho que…
Información interesante. Yo vivía en la calle Neuquén al 700 y tenía un amigo que vivía a una cuadra, le llamábamos Cacho cariñosamente y, en una ocasión, a finales de los años cincuenta del siglo XX, me contó que habían degollado a una persona cerca del mástil con la bandera argentina que había a la entrada del Parque Centenario.No sé si será verdad o nada más que una leyenda urbana. Tengo muchos años pero recuerdo haber ido a la inauguración del anfiteatro, creo que a los niños nos dieron un globo con una tarjeta adherida que contenía un mensaje de amistad, solidaridad o algo así. También recuerdo una avalancha de público a la entrada del recinto que me asustó bastante, apenas tenía cuatro años.