EL CALENDARIO CÓSMICO DE SAGAN

Paleontólogos, geólogos e historiadores, entre otros tantos estudiosos, suelen barajar cifras exorbitantes para mensurar las etapas históricas que mentan en sus investigaciones. Dichos números grafican en parte la idea que desean expresar, y en ocasiones hasta marean al gran público. De allí los malos entendidos y las confusiones, principalmente en temas importantes como el tiempo que hace que el ser humano habita el planeta Tierra.

El científico y escritor Carl Sagan (1934- 1996) intentó volver intuitivos los números designados a la historia de la civilización en relación a la duración del cosmos, y para ello creo el “Calendario Cósmico”. Con esta ingeniosa invención logró hacer inteligible el caudal de cifras que pueblan los manuales y demás escritos de divulgación científica.  
Lo que hizo Sagan fue simplemente pasar todos los hechos de la evolución a escala de un año. De este modo, la explosión que da origen a la expansión del universo (el Big Bang) ocurre el 1º de enero; toda la alquimia nuclear que produce los elementos complejos insume hasta el 1º de mayo, fecha en que se forma nuestra galaxia; el 9 de septiembre surge el sistema solar; la Tierra nace el 14 y recién el 25 de ese mes aparece la vida en ella. Los dinosaurios reinan entre el 24 y el 28 de diciembre; el día 26 aparecieron los mamíferos.
El hombre recién aparece el 31 de diciembre a las 13:30, descubre el fuego a las 23:46 e inventa la agricultura a las 23:59:20. La civilización egipcia ocurre cuando faltan diez segundos para terminar el año. Roma cae siete segundos más tarde, y el lapso que va del Renacimiento hasta hoy, la civilización moderna, transcurre en el último segundo.
Pensar el devenir del universo a esta escala puede despuntar diversas reflexiones, pero la más evidente es que la Humanidad tendría que aceptar con humildad su insignificancia. Y que sus fantasías de apocalipsis tienen más que ver con su propia supervivencia que con el discurrir del tiempo cósmico que le es indiferente.

Fuentes consultadas:
“Vida inteligente en la tierra” (Pablo Capanna), en revista “El Péndulo” Nº 1, mayo de 1981.
“Los dragones del Edén” (Carl Sagan)

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