El pasado 24 de abril a las 18:30 se presentó el libro “Helder Cámara, el Mártir que no mataron”, de Clelia Luro de Podestá, en la 38ª edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires que se realiza en La Rural, Predio Ferial de Bs. As.
La presentación del libro estuvo a cargo de Eugenio Zaffaroni, miembro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Francisco “el Barba” Gutiérrez, Intendente de Quilmes, Marcelo Barros, teólogo y monje benedictino, y Guillermo Robledo, Secretario de Empleo y Producción de la Intendencia de Quilmes y Director de la Editorial “Hombre Nuevo”. También estuvo su autora, la vecina de nuestro barrio Clelia Luro de Podestá, quien junto con su difunto marido Jerónimo Podestá supo cultivar una sólida amistad con el obispo brasileño.
Guillermo Robledo invitó a recuperar la memoria de dos padres conciliares como fueron Jerónimo Podestá y Helder Cámara y destacó los tres sueños que Helder les planteó a Clelia y Jerónimo en sus correspondencias: la integración latinoamericana sin imperialismos, el sueño de un nuevo concilio y el sueño de encontrar vida en otros mundos. Marcelo Barros afirmó que el libro presentado “ya un clásico de la literatura latinoamericana y hace de Clelia una madre de la Iglesia de las comunidades de base de toda América Latina”.
Por su parte Eugenio Zaffaroni destacó de Helder Cámara que era un personaje del nordeste de Brasil, y que sólo en ese contexto se lo puede entender ya que sintonizó perfectamente con esa cultura de enorme profundidad espiritual, y resultó ser un as de luz en ese contexto. Francisco “el Barba” Gutiérrez denunció que “proyectos y gobiernos dictatoriales han tenían cierto aval de las cúpulas de la Iglesia y eso atentó con la credibilidad, la confianza y la fe de la gente”, pero agregó que “a cincuenta años de su realización, el sentimiento del Concilio Vaticano II sigue vivo en los fieles”.
Finalmente, Clelia Luro de Podestá afirmó que escribió el libro de un profeta que, al igual que su marido, era un ser de luz excepcional, y recordó que “la gente se acuerda de los mártires pero no de los profetas”. Además hizo un llamado a que “el mensaje de Jesús llegue a la gente, que no llegue desfigurado por el poder”, y opinó que “el mundo necesita hombres nuevos porque necesita un cambio”.
“En el libro van a encontrar la verdad de un hombre que muchas cosas en su tiempo no las dijo. Porque nos decía que tenían que aparecer los Pablos… Porque recordemos que en la historia del Nuevo Testamento, Pedro y Pablo pelearon en el Concilio Jerusalén I porque (…) tenían desavenencias. Y Pablo fue con los gentiles, y Pedro quedó al frente de la Iglesia. Entonces, Helder nos decía: “Algún día van a venir muchos Pablos que enfrenten a Pedro y le digan lo que está haciendo mal. Y esos son los obispos que hoy tienen la obligación de decirle al Papa que la Iglesia está marchando muy mal, que la gente se está apartando del Evangelio, que es una Iglesia de poder y no de servicio” remarcó a modo de cierre Clelia.
En definitiva, “Helder Cámara, el Mártir que no mataron” es una denuncia del martirio de un obispo que tuvo que silenciar sus denuncias en el final de sus días.
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