Esta mañana se produjo un derrumbe en una obra en construcción ubicada en Emilio Mitre al 700, próxima al límite de nuestro barrio con Parque Chacabuco. El saldo fue de seis obreros heridos, que fueron derivados a los hospitales Durand, Álvarez y Piñero, producto de politraumatismos y síndrome de compresión, aunque ninguno presenta lesiones de gravedad según el Director del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), Alberto Crescenti.
Desde aquí celebrábamos ayer una medida cautelar que ordena proteger una casa histórica del barrio. Hoy desgraciadamente tenemos que lamentar otro derrumbe, producto de la falta de controles a las empresas constructoras por parte de las autoridades competentes en la materia, que se suma a los ocurridos en Pedro Goyena 1654 en 2007 y el de octubre del año pasado en Directorio al 400, cuyo saldo fue de un obrero muerto. Debemos recordar también el famoso derrumbe del edificio de Bartolomé Mitre, que se cobró otra víctima fatal el año pasado, y el del gimnasio de Villa Urquiza en 2010 que provocó tres muertes y dejó once heridos, entre tantos otros.
Cabe destacar respecto a estos casos nombrados y al ocurrido esta mañana, que existían denuncias previas de irregularidades en las construcciones, efectuadas por los vecinos y la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA). Lo cual nos lleva a entender que desde el gobierno local, en el mejor de los casos, se están efectuando controles deficientes que resultan lógicamente insuficientes para prevenir sinistros.
Una vez más, las empresas inescrupulosas que no toman los recaudos necesarios para construir edificios aprovechan la desidia de los organismos de control dependientes de un gobierno local que deja en manos privadas la planificación de nuestra ciudad. Desde ya, invitamos a las partes implicadas a reflexionar respecto a estos hechos para evitar futuras desgracias y llamamos a nuestros vecinos a defender su derecho a decidir qué ciudad desea para vivir.
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