AWKA LIWEN Y LOS MARTINEZ DE HOZ


La querella que dos nietos de José Alfredo Martínez de Hoz, ex Ministro de Economía de la última Dictadura cívico- militar, le iniciaron a los realizadores de la película “Awka Liwen” por “lesionar el honor de su familia” nos da pie para repasar la saga de la familia patricia argentina que hoy siente perjudicada su honra. Porque si bien la citada obra analiza la Campaña del Desierto y menciona al fundador de la Sociedad Rural, José Martínez de Hoz, la estirpe en cuestión se remonta al menos hacia fines del siglo XVIII. El primero fue un conocido comerciante español acusado de tráfico de esclavos. Su nombre también era José Martínez de Hoz, y tuvo participación en la vida pública de la ciudad: en 1806 durante la invasiones ingleses fue nombrado administrador de aduanas por los ocupantes y en el Cabildo Abierto del 22 mayo de 1810 manifestó su apoyo al virrey Cisneros. Como el comerciante español no tuvo descendencia, adoptó a su sobrino Narciso, quien se hizo cargo de sus negocios y acrecentó la riqueza familiar. Uno de sus once hijos, José Martínez de Hoz, se convirtió según lo dicho en fundador y primer presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) en 1866.
José Martínez de Hoz llegó también a ser senador nacional y presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Y no por azar su familia resultó una de las principales beneficiarias de la Campaña del Desierto, organizada por el general Julio A. Roca en 1879, ya que recibió luego de ésta 2.500.000 hectáreas de tierras en la Patagonia. Otro miembro del clan, Federico Lorenzo Martínez de Hoz, administró e incrementó el patrimonio familiar. Presidió la SRA entre 1928-1931 y fue dirigente del Partido Conservador y de la organización paramilitar Liga Patriótica Argentina. Resultó elegido gobernador de la provincia de Buenos Aires en 1932, pero no llegó al final de su mandato porque debió dejar el cargo el 16 de marzo de 1935, luego de un juicio político por mal desempeño de sus funciones. Por su parte José Alfredo Martínez de Hoz, nieto del fundador de la SRA, la cual también presidió entre 1946 y 1950, se destacó en el negocio de las carnes. El menor y más célebre de sus vástagos llevará su mismo nombre y logrará lo que ninguno de los suyos había conseguido antes: que el apellido Martínez de Hoz perforara el minúsculo universo de las elites locales. Claro que de la mano de una catástrofe colectiva que incluyó al Terrorismo de Estado, los negocios sucios con dinero del erario público, la reforma financiara y la conocida “tablita”. Pocas líneas para tanto prontuario familiar que espera el juicio de todos los argentinos contra otros de los tantos traidores a la Patria.
* Fuente consultada:
- “La saga de los Martínez de Hoz y el banquero arrepentido” en diario El Argentino, 5 de mayo de 2010 (Mario Rapoport).
- “Un nombre y sus dos apellidos” en diario Página 12, 5 de septiembre de 2006.

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