MACHADO Y SU CALLE EN CABALLITO


Antonio Machado fue un poeta y prosista español, perteneciente al movimiento literario conocido como “Generación del ´98”. Probablemente sea el poeta de su época que más se lee en la actualidad. Nació en Sevilla y vivió luego en Madrid. En 1893 publicó sus primeros escritos en prosa, mientras que sus primeros poemas aparecieron en 1901. Al año siguiente conocerá en París a Rubén Darío, quien será su gran amigo el resto de su vida. Por esos días también se relacionará en Madrid con Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez y otros destacados escritores. En 1903 publicó su primer libro, que reúne poemas de carácter modernista. Pese a ello, poco a poco se fue distanciando de la imaginería decorativa de la escuela rubeniana para profundizar en la expresión de emociones auténticas, a menudo plasmadas a través de un sobrio simbolismo. Al igual que Unamuno, Machado consideró que su misión era “eternizar lo momentáneo”. De este modo, en 1912 acentuó su meditación sobre lo pasajero y lo eterno en “Campos de Castilla” (1912), dirigiendo su mirada hacia el paisaje castellano y los hombres que lo habitaban.

El poeta Antonio Machado publicó en 1917 “Páginas escogidas” y la primera edición de “Poesías completas”. Asimismo desarrolló algunos sugerentes trabajos poéticos surrealistas a principios de la década del treinta. En 1936 dio a conocer “Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo”, que constituye una colección de ensayos que lo ubica como uno de los prosistas menos convencionales del siglo XX. La Guerra Civil lo impulsó a escribir poemas de tipo circunstancial y político, y en enero de 1939 se exilió al pueblo francés de Colliure, donde murió en febrero. Muchas generaciones descubrieron al poeta gracias a las canciones de Joan Manuel Serrat, y su figura volvió a destacarse entre la de los escritores más leídos de habla castellana. Desde el año 2000, el sevillano tiene una calle en Caballito que lo homenajea. Lo curioso de todo esto es que antes del cambio de milenio esa calle también se llamaba “Antonio Machado”. Pero resulta que hasta ese momento se homenajeaba a un homónimo que introdujo el uso de vacunas en Buenos Aires en el siglo XIX. El problema surgió cuando los legisladores porteños descubrieron a fines de los años ´90 que este prohombre, además de ser un entendido en vacunas, se dedicaba al comercio de esclavos, por lo que no merecía tener una calle en su nombre. Y antes de tener que cambiar el cartel, los legisladores prefirieron ahorrar y mantener el nombre, anunciando que desde entonces se referiría a Antonio Machado, el poeta*.

* Fuente consultada: Suplemento “Radar” Nº 749, Año 15; en diario “Página 12”, 30 de enero de 2011.

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