La Justicia necesita tu compromiso

El día 8 de mayo de este año aproximadamente a las 12:45 la Sra. DORA BERRIER cruzó la Av. Rivadavia a la altura de José Marti (cuya continuación es Helguera), y fue atropellada por un Fiat Idea. El impacto le provocó desplazamiento de cerebro, lesiones pulmonares y traumatismos gravísimos que derivaron en su fallecimiento a las 24 horas, pese a los encomiables esfuerzos del equipo médico de Terapia Intensiva del Hospital Militar Central y de los neurólogos que la intervinieron.
Ellos lucharon por su vida en el quirófano junto con el médico anestesista, consiguiendo que saliera viva del mismo. Murió en Terapia a minutos de ser trasladada.
El día anterior ella había cruzado Rivadavia con la luz del semáforo habilitándola (según dijeron personas de los comercios de las esquinas, incluido personal del ACA), pero el automóvil que venía a su espalda desde José Marti la atropelló al doblar a la izquierda.
Aún no se establecieron responsabilidades, y entiendo que la tarea demorará tiempo. Hubo peritajes, intervención policial, informes médicos pero… Faltan testigos. Y al encarar la tarea de buscarlos en dichos sitios aledaños, en principio todos vieron todo. Pero cuando se les pidió su testimonio unos cerraron antes, otro le dijo a su empleado que lo despedía si iba, otro quedó en llamar y pasaron dos semanas… Y sólo en el ACA alguien dio su nombre y apellido y actuó como ciudadano. La visión de esos lugares era óptima, y ante un accidente de tal magnitud es imposible que nadie más haya visto nada pero… Hay temor a ir a “declarar”, lo cual es una falta de compromiso total de mucha gente. Esa gente que días después votó creyendo que ese simple acto los convierte en ciudadanos. Y no se tiene conciencia de lo que significa “declarar”, porque ir a Tribunales se cree que es sinónimo de “quedar preso”, de comprometerse. MIENTRAS QUE POR OTRO LADO esa gente luego achaca a los jueces que “no hay Justicia”, que hay lentitud… Estamos ante un pueblo cuya especialidad son las contradicciones.
Así las cosas a esta familia le arrebataron en cinco minutos lo más preciado que tenía: la madre, la abuela, la amiga, la tía y la HERMANA, COMPAÑERA, AMIGA, y todo lo que puede encerrar esta palabra. Un ser vital, luminoso, cuyos 77 años de lucidez, bondad, amor a los demás resplandecían cada minuto del día.
¡OH! Pero… capaz que ahora alguien agrega: “pero era una anciana…” (los mayores de sesenta ya lo son, y descalificados para colmo). Y… sí, era una anciana como otras tantas espléndidas mujeres a las que seguro admiran tanto como yo, y que conducen programas televisivos, radiales, hacen teatro, escriben, etc. Pero la discriminación es sólo para el común de las gentes porque son contradictorios, ¿no?
Nadie nos la devolverá, el conductor seguirá manejando como si nada. No vamos a decir simplemente que queremos JUSTICIA. Se reitera: aún no hay responsabilidades establecidas, tarea que, con nuestros tecnicismos penales, códigos, cuestionamientos, planteos de competencia, colapso de los juzgados, infraestructuras deficientes, y tantos etcéteras presentes en nuestros Tribunales, puede llevar años dilucidar. Pero sí (y hablo en primera persona), espero, creo y se que habrá en ellos quienes pondrán lo mejor de sí para que a DORA BERRIER se le haga Justicia y descanse en la Paz del Señor.
SU HERMANA ASI LO PIENSA Y ESPERA QUE LOS TESTIGOS (PRUEBA VITAL QUIZAS NO LA UNICA EN ESTOS CASOS-) SE CONCIENTICEN DE SU IMPORTANCIA.
ERLINDA EVA BERRIER
DNI 4.634.881

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