El subte que no vemos


Hablamos con Claudia, guarda de la línea “A” de subtes, para que nos explique cuál es la situación actual de quienes trabajan bajo tierra.

Desde hace tiempo, los conflictos laborales en el subte ocupan espacio en los grandes medios de comunicación. Claro que la voz de quienes trabajan allí no suele tenerse muy en cuenta. Y muchos usuarios los responsabilizan del servicio deficiente y los paros. Por eso quisimos charlar con Claudia, guarda de la línea “A”, quien nos brinda otra visión de lo que pasa en el subte.
- ¿Cuál fue el motivo de este último conflicto?
- En realidad es un tema que se viene arrastrando, porque lo que hay de fondo en el conflicto con el gremio es un poco lo que pasa no sólo en el subte sino en todos los gremios. Y es que los sindicalistas no trabajan ni representan nuestros más mínimos derechos. Nosotros tuvimos paciencia, pero como nuestros problemas no se resolvieron fue necesaria una medida de fuerza. Y la actitud del gremio, como siempre, fue aliarse con la empresa… Fuimos apretados, vinieron con armas y palos, y no es la primera vez que lo hacen. De todos modos, se aprobó por abrumadora mayoría la conformación de un nuevo sindicato.
- ¿Qué papel juega la empresa en todo esto?
- Metrovías es la típica empresa que vive del subsidio del Estado y de la falta de regulación y control. El negocio de la empresa pasa por los subsidios, por obtener nuevas concesiones, y esa plata no la destina a mejorar la calidad del servicio sino a aquello que le signifique un negocio al grupo Roggio (como cambiar las cerámicas de las estaciones, por ejemplo). Ni el aumento del boleto ni los subsidios se ve que mejoren lo que para nosotros son las herramientas de trabajo. Incluso los arreglos que se ven, como las nuevas estaciones, corren por cuenta del Estado.
- ¿Y por qué se demoró tanto la inauguración de las nuevas estaciones?
- Porque donde hay curro, las cosas se hacen mal para que se hagan más de una vez… Uno de los problemas que había en esta línea, más allá de que las estaciones estuvieran o no terminadas, era el ancho de los andenes. Los trenes son muy viejos y más angostos que otros, aunque ahora parece que consiguieron unos en China que andarían bien… Pero resulta que hubo que ensanchar los andenes y eso lo hicieron mal. Lo hicieron dos o tres veces, y cuando estaban por inaugurar el año pasado descubrieron problemas con el sistema de señales…
- ¿Qué es lo que hace falta mejorar?
- La clave es exigir una inversión acorde a las necesidades. Concretamente hacen falta trenes nuevos que funcionen bien y que tengan mayor capacidad. De todos modos, en la línea “D” por ejemplo renovó toda la flota y se viaja mal igual. Pero así y todo son coches mucho más seguros que los de la línea “A”, porque trabajar con trenes de hace noventa años es un peligro. Es pintoresco, todo lo que vos quieras, pero es como andar con un Ford A en medio de la capital en pleno siglo XXI. Me parece que es de sentido común darse cuenta que toda maquinaria tiene su vida útil, y que hay momentos en que no se puede trabajar más con ellas. Ahora, si querés hacer una denuncia por esto, con todo lo que vienen trabajando la empresa y los medios con la opinión pública, ¿cómo lo planteás?
- ¿Qué opinan los usuarios de sus demandas a la empresa?
- Como te decía, los usuarios están demasiado influenciados por los medios masivos de comunicación, y éstos son otras empresas que ocultan lo que tratamos de decir. De todos modos, creo que los pasajeros deberían fijarse en el modo en que viajan todos los días y los invitamos a que reclamen un buen servicio junto a nosotros. Acá se actúa recién cuando suceden las calamidades, y así como los pasajeros viajan mal, nosotros trabajamos en esas mismas condiciones. Unir nuestros reclamos con los de los usuarios sería muy interesante, porque los últimos quince o veinte años los pobres nos venimos peleando entre nosotros y los ricos se hacen la fiesta…

ANECDOTARIO
- “Me parece que lo que está pasando con el subte ocurre en otros lados. Vos viste que en distintos lugares del país hubo iniciativas de los trabajadores para organizarse autónomamente. Los gremios que tenemos ahora vienen con una tradición de manejarse por la fuerza, con una estructura totalmente verticalista, y eso no condice más con la conciencia democrática, que realmente tienen que servir para el bienestar de la gente. No tiene sentido sostener a una burocracia que lo único que hace es vivir del trabajo de los demás. Y encima, con el agravante de que se manejan con métodos mafiosos”.

ENCUENTROS
- “Acá en la línea “A” se inauguraron dos estaciones nuevas y no trajeron trenes nuevos. Las nuevas estaciones implican aumento de la frecuencia, de la cantidad de pasajeros… El recorrido dura una hora, hicieron un diagrama nuevo de servicio, pero la cantidad de trenes es la misma. Y eso se nota en el aumento de la frecuencia, que será uno o dos minutos. Para cubrir dos estaciones nuevas son diez minutos más, y si trabajás con los mismos trenes la vuelta va a tardar más, y el tren va a venir cada vez más espaciado. Es así de sencillo. Y encima los trenes que están en un estado lamentable… En marzo se va a notar más esta situación, y nosotros tememos que haya una situación de violencia, no sólo de los pasajeros hacia nosotros sino que es una situación de violencia para todos me parece”.

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