Y la seguimos luchando…

Viernes 19 de diciembre, seis de la tarde. Entre harina, amasadas, cebolla picada, rellenos para tartas y empanadas, bizcochuelos de limón, pastas frolas, condimentos, música y alegría, la tarde nos encontraba en La Barbarie (el bar de la facu de Sociales) cocinando para la jornada que nos esperaba el sábado 20 en Parque Centenario.
El cielo ya se había nublado, pero no podíamos ni siquiera imaginar que podía llegar a llover ese sábado. Y amaneció el 20 de diciembre soleado y caluroso. Un cielo celeste arrasador nos acompañó durante todo el día y nos regalo sus estrellas durante la noche.
Desde las 12.00, ya había movimiento en el parque. Idas y venidas con tablones, caballetes, consolas, tachos de pintura y muchos etcéteras.
A las 14.00 arrancó la pintada. Mujeres, hombres, niños y niñas con pinceles y rojos, amarillos, azules, blancos, negros y verdes coloreando todos los bancos y estructuras de cemento agrisadas que hay en el parque. La gente se acercaba, preguntaba, se sumaba, dejaba su frase, su dibujo, su marca, su huella. De a poco, íbamos una vez más de nuestro parque, haciéndolo nuestro.
A las 16 hs, mientras arrancaba el taller de reciclado e iba tomando forma y color todo el festival, comenzaba la Radio Abierta y la música en vivo que nos iba a acompañar hasta el cierre de la jornada. Teatro, acrobacia, muestras de fotos, mesas con productos de la red Tacurú, del colectivo documentalista Chaya, diferentes bandas musicales en vivo, trovadores, lugar de truque, mesa de la Federación Libertaria Argentina (FLIA), del Espacio Chico Mendes, libros y revistas de Socialismo Libertario, números de tela, ollas populares y otras tantas cosas fueron intercalándose en esa tarde de sábado.
La noche caía y empezaban las proyecciones de Cine Libre Parque Abierto, mientras la música y la Radio Abierta seguían su marcha. Las imágenes en esas telas blancas nos hacían volver a ese fin de año de 2001. Imágenes de represión, imágenes de resistencia. Imágenes que indignaban, que dolían, que entristecían pero que, a la vez, te cargaban de energía, de ganas, de fuerza para seguir luchando, para seguir caminando y construyendo otra realidad. Imágenes que nos hablaban de cacerolas y de asambleas y que nos invitaban a pensar y reflexionar sobre lo que pasó en el trascurso de ese 2001 hasta este diciembre de 2008. Imágenes que nos hacían recordar que en ese mismo parque que ahora está encerrado y enrejado cual espacio privado, era el lugar donde antaño se llevaban a cabo las interasambleas barriales.
El candombe llegó para cerrar a puro baile y alegría esa jornada que pretendió y pretende no olvidar lo que ocurrió ese 19 y 20 de diciembre de 2001, que se propuso darle un nuevo significado y una nueva forma de recordar esas fechas y que, por sobre todo, pretendió y pretende demostrar que a siete años de aquellos hechos, la seguimos luchando. Desde abajo, en las calles, en los barrios, en las plazas… Seguimos luchando y construyendo.

MALENA FALLACARA

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