Editorial

Entre el 15 de agosto y el 1º de septiembre se realizaron el X Festival Buenos Aires Tango y el VI Campeonato Mundial de Baile de Tango. Lo que nos llamó la atención de estas citas anuales organizadas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fueron los afiches callejeros que difundieron estas actividades. En ellos aparecía la palabra “Tango” con un pequeño escudo de la ciudad a su lado, al estilo del logo de “registrado” mediante el cual se advierte que alguien es propietario de algo. Es decir, tal cual hacen las empresas con sus marcas registradas. Toda una declaración de principios de la actual gestión…
En primer lugar creemos que es una muestra más de la idea que este gobierno tiene de la cultura y la vida en general. Uno vende y compra lo que sea mientras el generoso Mercado, con su “mano invisible”, ordena las cosas para beneficio de todos. La cultura pasa a ser un gasto innecesario o, en el mejor de los casos, una mera atracción turística. Ese mismo criterio puede extenderse al tema de la salud, la vivienda, el trabajo y la educación. Por otro lado, creer que el tango es patrimonio exclusivo de los porteños es erróneo. Soslayar su impronta rioplatense, lugar del mundo donde nació esta síntesis única y original de sonidos, es caer en un chauvinismo retrógrado. En una misma línea se podría otorgar el “copyright” del candombe, la milonga y la murga a los hermanos orientales. Y estaríamos ignorando el aporte que desde esta banda del Plata se hace para alimentar esos géneros musicales. En suma, creemos que la cultura no conoce fronteras, sino que son expresión de identidad de los pueblos. Y ello no puede convertirse en mercancía, mal que les pese a los que siempre negocian con lo que tengan más a mano.

Comentarios

Isabel Estercita Lew ha dicho que…
Está muy bueno el blog y especialmente el contenido.
Cariños
Isabel