Cine-Arte en Caballito

Los amantes del buen cine tienen su lugar de referencia en el barrio: el Arteplex de Rivadavia 5050, sitio que acogió al Lyon y, más atrás en el tiempo, al famoso Moreno. Para hablar del séptimo arte en Caballito charlamos con Ernesto que, junto a su hijo, siguen apostando al cine que nos hace soñar.
- ¿Cómo nació este cine arte de Caballito?
- Vimos con mi hijo que se estaba muriendo el cine- arte, que se iban cerrando esos espacios. Acá funcionó el cine Moreno que se fraccionó, después vino el Lyon y, cerrado éste, quedó el espacio… Y se nos ocurrió a fines del ´98 que, si lo reformábamos todo, podía pegar porque Caballito siempre fue más para este tipo de cine, en comparación a los barrios cercanos. Fue así que en marzo de 2001 estrenamos las dos salas, llamadas “Visconti” y “Renoir”, con una capacidad para 180 espectadores cada una. De entrada costó un poquito, pero a los dos meses teníamos cola en la calle, especialmente por películas como “La Boda” o “El gusto de los otros”.
- ¿Viene mucha gente del barrio?
- Casi todos son de acá, y en eso el “boca en boca” es fundamental. También tiene mucho que ver el trato: uno conversa con la gente y se genera un ambiente amistoso. En otros lugares ni te dan bolilla. Es más, a los habitués de acá no los llevás ni engañados a los cines de las grandes cadenas. Lo viven de otra manera, se conmueven con otras cosas…
- ¿Qué importancia le das a estos lugares? - Creo que el buen cine te enseña a vivir, a pensar. Nosotros tenemos tres puntos cardinales: el Arteplex Centro, el Belgrano y este de Caballito. Y apostamos a crear un circuito de exhibición permanente de cine- arte, revalorizando aquellas películas que, en un contexto de amplio predominio de las producciones comerciales, suelen ser rechazadas por otros exhibidores.

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