Anoche pasé por el parque Rivadavia, reinaba la calma y el silencio, los caballos de la calesita estaban durmiendo, los árboles custodiados por las frías rejas, Simón Bolívar inmortalizado, pero enrejado, encerrado custodiado, ¡aislado del pueblo! ¡Ah el pueblo también está dormido!
. . . Ah algo se cruzó delante de mí, era una hoja seca que huía despavorida del encierro, ayudada por el viento, débil, rota, pero huía, ¡vaya rebeldía la de la hoja!
Carolina Leiva - El Caballito duerme (fragmento)
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