Diario de un amigo




Recorrió Sudamérica junto al joven Ernesto Guevara (que años después sería simplemente el “Che”) en 1951. La Poderosa, su Norton de 500 cm³ de cilindrada, fue la compañera de viaje de ambos. Pero pasó mucha vida desde aquellas aventuras juveniles. Y Alberto Granado, amigo entrañable del Che, tiene una historia que contar.
- ¿Qué hizo después de viaje?
- En esos ocho años que estuvimos separados con el Che, él se fue formando como guerrillero y yo como investigador… Y en una visita que hice en 1960 a Cuba decidí abandonar Caracas (donde económicamente me iba muy bien) para radicarme en la isla con mi familia. En esa época había una gran emigración de médicos, comprados por el imperialismo: más de la mitad se fueron. Y como siempre trabajé en las ciencias básicas médicas, aunque sea bioquímico, me di cuenta de todo lo que se podía hacer. Entonces armamos un laboratorio y organizamos la parte de las ciencias básicas.
- ¿Qué tipo de resultados obtuvieron?
- Instalamos una muy buena medicina básica, organizamos un centro de investigación genética aplicada a animales domésticos, creamos la Escuela de Medicina de Santiago… Y de una de las cosas de las que me jacto es haber empujado mucho a que la mujer fuera incorporada en la Medicina, porque había mucho prejuicio hacía ellas. Hoy, el 60 por ciento de la mano de obra médica es femenina. Pero hace un par de años se acabó el científico: ahora me dedico a hablar sobre el Che, el hombre de carne y hueso, al lugar donde me inviten…
¿Que mensaje le transmitirías a los vecinos de Caballito? Bueno, me gustaría decirles que Argentina está en un momento de recuperación y que hay que resistir las ganas de que las cosas salgan rápido. Para vivir en un país que te permita vivir tranquilo porque ningún niño se queda sin dormir, o porque ninguna niña tenga que prostituirse para comer o para tener un vicio… Para eso hay que hacer un pequeño sacrificio. Y ese pequeño sacrificio lo tiene que hacer la juventud. No podemos esperar que lo hagan los viejos, que no lo han sabido hacer antes. Mi principal mensaje es que tengan confianza en el futuro, que un mundo mejor es posible. Que existen muchos hombres como el Che Guevara, y que basta con imitarlos a ellos para poder llegar a un mundo mejor que es la aspiración de toda gente buena.

Comentarios

Discontinua ha dicho que…
La verdad, me provoca envidia esto, mucha, el poder hablar con esta persona.