Coloreando a su barrio

El artista plástico, docente, y delegado municipal cubano Jorge Jorge González nos habló de la actualidad del país socialista.


La “guagua”, con una especie de fuelle en el medio, nos dejó en el barrio San Agustín del municipio de La Lisa. Entre los monoblocks se veía a los pibes jugando al béisbol y a sus mayores mezclando fichas de dominó. Esa tarde de viernes que parecía de domingo visitamos el taller “Coloreando mi barrio” y a su gestor e ideólogo: Jorge Jorge González, el artista plástico que combina la docencia con su tarea como delegado municipal de la Asamblea del Poder Popular del barrio San Agustín.
- ¿Hubo cambios estos últimos tiempos?
- Hubo cambios… Por ejemplo, el transporte estaba muy malo, pésimo. Hoy el transporte ha dado un salto, por lo menos en La Habana. De todos modos aquí no estamos tan detrás de qué cambio hay o no hay. Nosotros seguimos nuestra rutina diaria, a muy pocos les importa que saquen las computadoras, que abran los hoteles o que dejen de abrirlos porque eso no repercute en la mesa. Importa la producción, que la gente sea capaz de producir. Y eso no es una cosa de un día para el otro.
- ¿Qué se hace en la agricultura?
- Se están haciendo cosas. Ahora posiblemente se le entreguen tierras a todo aquel que quiera trabajarla. Es incongruente que un 65 por ciento de la producción agrícola del país se produzca en el 35 por ciento de las tierras cultivables en manos de los campesinos. Todo lo que hay en mano estatal es prácticamente improductivo, o dedicado a producciones muy puntuales. Y además conservan las mejores tierras, aunque parece que ahora lo van a cambiar…
- ¿Qué pasa con el turismo?
- El turismo deja dinero pero hay que tratar de posibilitar una producción nacional e incentivarla, porque el turismo es una muchacha muy veleidosa: hoy está contigo pero mañana no. Y depende de muchas cosas. De todos modos, no tenemos aquí una disciplina de atención como exige el turista de dinero, que es el que deja divisas. Y está llegando un turismo muy barato.
- ¿Y qué pasa con la salida de cubanos al exterior?
- Una de las cosas que sí va a repercutir en la población es la eliminación de los permisos de salida de Cuba, que es como una visa. El permiso de salida te lo dan por 60, 90, o 180 días, y tienes que regresar al país en esa fecha… Eso es algo estúpido, yo regreso cuando me de la gana si estamos hablando de un estado de derecho como se supone que es Cuba, y donde no haya limitaciones para tu movilidad. Los artistas y los deportistas no tienen mucho problema, pero en general cuando necesitas salir tienes un problema: la carta de invitación. Tú no necesitas carta de invitación para venir a Cuba, simplemente vas a la agencia de pasaje…
- Necesito la plata…
- Eso es aparte. Estamos hablando de un trámite burocrático que nadie tendría que hacer. ¡El ministro tiene que firmar el autorizo de salida! Es una tontería, demasiada restricción… Pueden decir que es para evitar que se filtre información para enemigo, hemos vivido en algunos casos esa paranoia. Pero eso lo puede hacer el que le dan el autorizo lo mismo. Eso es incontrolable, no puedes poner un agente para cada persona que viaja al exterior. Otro tema a solucionar es la vivienda: no hay construcción de vivienda en cantidad en el país. Y eso es algo que el país tiene que solucionar. Pero el nivel de desorganización e indisciplina social que tenemos no nos ha permitido avanzar demasiado en eso. Este es el único país posiblemente del mundo en el que mucha gente vive sin hacer nada. Y eso tiene que cambiar. Creo que es una de las cosas que Raúl conoce, que está viendo, y que además es una opinión que se recogió del pueblo durante meses. Los problemas se saben cuáles son, y se está trabajando de forma puntual en cada uno de ellos.

ANECDOTARIO
“El 5 de junio de 2006, en conmemoración al Día Mundial del Medio Ambiente, se realizó en la ciudad de Argel la ceremonia de entrega de premios del “XV Concurso Internacional Infantil sobre el Medio Ambiente”, considerado el más importante del mundo en su tipo. Cada niño premiado recibió una placa metálica, una camiseta con el dibujo ganador de cada cual, materiales de todo tipo y una cámara digital fotográfica de la firma Nikon. Con la excepción del cubano Raysel Sosa Rojas, a todos los chicos se les entregó la cámara. Según los organizadores no podían entregársela debido al bloqueo, dado que posee componentes de EE.UU. Cuatro meses después de aquella ofensa, Raysel (alumno de nuestro taller y vecino de La Lisa) recibió la cámara enviada por Fidel en nombre del pueblo cubano…”.

ENCUENTROS
- “Vengo de una familia humilde del campo que le debe todo a la Revolución. Pero nunca estuve de acuerdo con que se alentara el aislamiento del emigrado. Hoy criticamos a Bush porque dice que un primo no es parte de la familia, y por eso el tipo no autoriza la visita de un cubano a la isla. Sin embargo nosotros decíamos que si un hijo se iba del país era un traidor y que ya no podía tener comunicación con su familia. Eso no lo decimos hoy, pero lo decíamos aquí en todas partes…”.

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