Editorial

Caballito posee la densidad de población más alta de Argentina (28 mil habitantes por km², frente al 14 por km² del resto del país) y, a su vez, el índice más bajo de espacios verdes por persona. En dos años se hicieron 54 torres en sólo 59 manzanas de nuestro barrio y, actualmente, se construyen más de 300 edificios. Al mismo tiempo, otras zonas postergadas sufren un déficit habitacional dramático. Allí sí se necesitan con urgencia las obras de infraestructura que hoy se concentran en barrios como el nuestro. Pese a todo ello, ningún funcionario local o nacional interviene para detener esta locura constructora, motorizada en la famosa “mano invisible” del mercado. Gracias a estos “emprendedores” sumamos otros problemas a los ya enunciados (saturación de los servicios públicos, aumento del tránsito, falta de cupos para las escuelas, etc.). Al respecto, la solicitud de permiso de obra, motorizada bajo el expediente Nº 36.330 de febrero de 2006, para el lote de Cucha Cucha 958 es un caso paradigmático. “Ahí había una casa chorizo, y aunque el expediente pedía autorización para una 'modificación, ampliación y demolición parcial', querían construir un edificio de diez pisos que también ocupaba el pulmón de manzana para las cocheras. Como esa construcción atenta contra la calidad de vida del barrio, y dado que la carátula del expediente era tramposa, presenté un recurso de amparo y le pedí a la DGFOC que anulara el pedido” explica nuestro vecino Mario Oybin de S.O.S. Caballito. Por esta razón, el entonces titular de la Dirección General de Fiscalización de Obras y Catastro (DGFOC) terminó anulando el expediente en febrero de 2007. Sin embargo, el primer día hábil de la nueva administración local ese expediente volvió a ser presentado con la misma carátula y está siendo sometido a una revisión integral. Veremos qué deciden las autoridades que prometen que “va a estar bueno Buenos Aires…”

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