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El "Conde de Caballito" en plena faena, antes de la cuarentena (Foto: gentileza Miguel Ángel Barnes).. |
Miguel Ángel Barnes, dueño de
la peluquería y barbería “La Época”, reflexiona acerca del duro momento que le
toca vivir a la sociedad y a su sector en particular.
A escasos días de la llegada
del invierno, la pandemia del coronavirus va entrando en su fase crítica. Y si
bien no ha colapsado aún el sistema sanitario, tal como sucedió en algunos
países de la región, se estima que nuestro país enfrentará un gran desafío en
los próximos días. Lo cierto es que existe un gran consenso respecto a que el
“aislamiento social, preventivo y obligatorio”, vigente desde el 20 de marzo
pasado y prorrogado hasta la fecha, ha mitigado sensiblemente la propagación
del virus. De todos modos, el cese de actividades derivado de esta cuarentena
trastocó el día a día de todos.
El rubro de los peluqueros es
uno de los más afectados por esta situación debido a que se mantiene en paro
total. Para entender mejor cómo sobrelleva esta crisis el sector, hablamos con el
peluquero más famoso del barrio, Miguel Ángel Barnes, conocido como el “Conde
de Caballito”, quien además había mudado su establecimiento “La Época” a
Neuquén 759 en noviembre pasado.
-¿De
qué modo afecta la cuarentena a las peluquerías y barberías?
Las peluquerías y barberías
creo que forman parte del grupo de comercio más afectado porque mantiene sus
locales totalmente cerrados. Los gastos se van sumando, hay que pagarlos para
que no se junten, y no nos ingresa absolutamente nada… Sí, nos afecta muchísimo…
Yo encima hice un despliegue de mucho dinero para mudar todo el museo que tenía
en la calle Guayaquil. Y cuando reabrí en mi nuevo local, tuve que cerrar a los
dos meses…
-¿Crees
que fueron acertadas las medidas que se tomaron?
Soy respetuoso de las medidas
que se están tomando, y creo en la cuarentena. Opino que tenemos que ponernos
en las manos de los grandes estudiosos e infectólogos. Muchas veces no nos gusta
lo que nos dicen los médicos, pero hay que llevarles el apunte. Yo creo que el presidente
Fernández está haciendo las cosas que tiene que hacer, y Dios quiera que no se
achique ante las críticas que tiene. Porque veo críticas que son muy absurdas…
Creo que se asesora con los mejores profesionales antes de tomar sus decisiones.
Yo no quiero ser EE.UU. ni Brasil, quiero un presidente que nos cuide. Y creo
que Fernández nos está cuidando.
-¿Qué
medidas de seguridad tendrían que tomarse para retomar la actividad de las
peluquerías?
Escuché profesionales que
sugerían protocolos para peluquerías que sólo son viables para tres o cuatro
establecimientos, porque poco menos que tenés que vestirte de astronauta. Si tuviéramos
que hacer todas esas cosas para atender un cliente, es mejor seguir con la cuarentena
y mantener el negocio cerrado. Porque muchos no podrían afrontar los gastos de
esto demandaría… Creo que para volver a la normalidad no hacen falta tantas
cosas, ni vestirse de astronautas. Tenés que organizar tu salón como para que
exista al menos tres metros de distancia entre un cliente y otro, y que al
local sólo entre una persona por cada profesional que haya adentro. El visitante
no tiene que tocar absolutamente nada ni retirarse el barbijo. Se debe limpiar
las manos con jabón blanco, y después le ponemos alcohol en las manos y un
trapo con lavandina debajo de las suelas de su calzado. Los profesionales
debemos trabajar con un barbijo y una escafandra transparente, además de un
guardapolvo. Punto. No hace falta un nylon en el medio, porque si se infectara
haría que limpiarlo. Y somos medio indisciplinados como para limpiarlo
sistemáticamente…
-¿Crees
que esta situación inédita va a cambiar la percepción del mundo que tienen las
personas?
La gente va a seguir siendo
como es. Durante la guerra de Malvinas, por ejemplo, pensaba que la gente que
robaba desde el gobierno no lo iba a hacer más, por todo lo que se había
generado en torno al conflicto, y sin embargo, incluso en un momento como ese,
se descubrió años después que también se estafó a la gente… Digo que para que
haya un cambio en la mentalidad del común de la gente tienen que pasar muchos
años.
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