La pandemia del COVD-19 que
estamos atravesando tiene aún implicancias difíciles de predecir. Por lo
pronto, entendemos que corresponde respetar el período de cuarentena para
mitigar el peligro de contagio, con el fin de preservar la salud de todos.
Mucho se dijo y se dirá respecto de esta situación que nos toca vivir. Nosotros
sólo queremos resaltar la importancia de que todos acatemos las directivas de
las autoridades sanitarias, que mantengamos la calma, y que tendamos una mano a
quien lo necesite. Ojalá que en este contexto aflore lo mejor de nosotros,
porque las únicas soluciones posibles son las colectivas.
Abrazamos a nuestros médicos y
maestros, y a todos los demás trabajadores que sostienen los servicios básicos
durante esta crisis. La memoria colectiva debería grabar este esfuerzo a fuego,
sobre todo cuando en un futuro salgan eventualmente a la calle a reclamar por
mejores condiciones de trabajo.
Creemos que la verdadera
enfermedad es el miedo y el egoísmo. No existen las salidas individuales ni
“meritocráticas”, sino las que emergen desde las comunidades atendiendo el
interés de todos.
En esta ocasión no nos verán
tanto de recorrida por el barrio con las revistas bajo el brazo. El reparto de
nuestra edición impresa será en un principio exclusivamente vía los puntos de
distribución. De cualquier manera nos estaremos encontrando y, como siempre,
¡AGUANTE CABALLITO!
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