Foto: H. G. Olds., 11/05/1904. |
A principios del
siglo XX, por los polvorientos callejones de esos lados, solían marchar los
cadetes de la cercana Escuela Naval, instalada entonces en la desaparecida
quinta Videla Dorna, frente al parque Rivadavia.
A la altura del
camino conocido por “segunda Gauna” (actual calle Neuquén), todo era campo
abierto y soledad. Solamente algunos hornos o la antigua construcción de una
pulpería indicaban el trazado del lejano camino de Gauna. Los extensos campos
de Dn. Nepomuceno Márquez se hallaban a la altura del cruce de las actuales
avenidas Gaona y Donato Álvarez, lugar de tráfico intenso actualmente, donde se
levantan edificios monumentales, como el Policlínico Bancario, o se extienden
las arboledas de la plaza Irlanda. Aquellos descampados, atravesados a lo lejos
por el arroyo Maldonado fueron poblándose recién a principios del siglo XX, y
alrededor del Centenario (de la Revolución de Mayo) comenzaron a urbanizarlos.
El inicial caserío recibió el nombre de Villa Sáenz Peña, designación que,
(...), desapareció con el tiempo.
Pero si esta parte
del Caballito era despoblada y agreste, en cambio, era importante por sus
caminos, como los ya nombrados de Gauna o la actual calle Neuquén, a los que se
sumaban el de Moreno (hoy avenida Warnes), muy transitado por carruajes, debido
a que tenía uno de los pocos puentes que existían sobre el Maldonado, y el
conocido por el nombre de “camino de Caballito”, hoy calle Martín de Gainza.
Una de las chacras
más conocidas por allí era la de Dn. Plácido Piñeiro, comprada por la
Municipalidad en 1898, donde formó el llamado parque Central, que en 1910 pasó
a designarse parque Centenario.
*Fuente:
“Guía antigua del Oeste porteño” (Hugo Corradi).
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