![]() |
Foto: E.J.T. |
El viejo proyecto de extender hasta
Rivadavia la calle Beauchef, atravesando el parque Rivadavia, quedó postergado
una vez más gracias a la oposición de distintas organizaciones locales y
vecinos en general. Porque si bien a fines del año pasado el Ministro de Ambiente
y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli, confirmaba la apertura de la calle,
desde el gobierno porteño se habla hoy de “paseo” de exclusivo uso peatonal. La
obra en cuestión, que comenzó el 7 de enero y finalizó el 10 de junio, no fue aún
inaugurada oficialmente. Y en ese lapso se sucedieron tres movilizaciones
vecinales, juntadas de firmas, presentaciones judiciales, y hasta se elevó un proyecto
de ley en la Legislatura. Todas medidas que apuntaron a defender la integridad
del parque.
“Nosotros presentamos un
amparo porque queríamos saber de qué se trataba la obra. Una eventual apertura
de calle nos iba a perjudicar porque una de las salidas de la escuela da al
parque. ¿Y qué es lo que pasaría incluso con una “calle de convivencia”? Aunque
dijeran que los autos pasarían a veinte kilómetros por hora, era muy peligroso
para nosotros tener una calle al lado” explicó Carla Martínez,
presidenta de la Cooperadora de la Escuela Normal Superior N° 4, institución
educativa que se ubica pegada al parque. Fabián Torres, delegado de la Feria de Libros
del Parque Rivadavia, también destacó el carácter inconsulto de la obra: “No
hubo una audiencia pública en el barrio para saber qué queríamos hacer con este
sector del parque que fue nombrado sucesivamente como calle, pasaje y paseo... El
proyecto original se fue transformando en algo que derivó, por suerte, en
peatonal. Pero el proceso fue muy estresante, e incluyó nuestro traslado
provisorio a Rivadavia”.
En el sector intervenido, que comprende
una
superficie total de 1.830 metros cuadrados, se incorporó doce farolas
peatonales y un nuevo equipamiento y mobiliario urbano. Pero también se
retiraron dieciocho árboles, de los cuales sólo se trasplantaron cinco
lapachos, que al paseo le quitó espacio verde y sombra, la cual se aprecia especialmente
en verano por los ajedrecistas y los visitantes del parque en general.
“A mí la
obra sinceramente no me gusta. Si querían emprolijar a la feria de libros no
era necesario hacer todo esto. Y hoy con la crisis económica que tenemos en la
educación pública, no podés gastar veinticinco millones en una calle, que
encima no es calle. Porque el parque Rivadavia existe hasta el muro de la
escuela. Todas las aulas dan al parque, y la apertura de la calle hubiese
generado contaminación sonora y visual. Mientras estuvo la obra tampoco
hicieron desratización, así que te imaginarás que al haber tanto movimiento,
las ratas se fueron a la escuela, lo cual aún seguimos padeciendo… A esta
llamada “puesta en valor” la miro desde la punta de Rivadavia y la verdad que se
parece a la pista de Anillaco: el cemento partió toda la característica del
verde. Finalmente, como ex alumnos de la escuela, nos tocó perder gran parte de
ese lugar y los recuerdos que traía aparejado. No estamos en contra del
progreso, pero no avalamos la destrucción histórica” expresó Carla Martínez. Por su parte, para Fabián Torres “la
obra quedó terminada a las apuradas. Y en lo que tiene que ver específicamente
con la feria de libros, consideramos que también se apresuraron un poco en
traernos de vuelta. Nos encontramos ahora con sectores que tienen el piso muy
deteriorado, y por supuesto que estamos sin el servicio de luz eléctrica para
los puestos. Tampoco podemos usar aún el nuevo sistema de toldos, y pusieron
mal algunas cajas de medidores, que obstruyen las puertas y ventanas de algunos
puestos… De todos modos, creo que no hubiese sido posible detener la apertura
de la calle sin la movilización vecinal. Eso sí nos da una gran satisfacción. Creo
que se dieron cuenta de que el barrio estaba en contra de priorizar los autos a
la calidad de vida”.
El
“affaire Beauchef” cerró otro capítulo con la puesta en valor del paseo. Sin
embargo, esta historia promete novedades en tiempos venideros.
Comentarios
Isabel Garin