El Affaire Beauchef se inicia en
1988 (...), cuando comienza una obra para construir un puente vehicular sobre
las vías del Ferrocarril Sarmiento por la calle Ambrosetti (continuación de
Beauchef) para descongestionar el tráfico de Acoyte y Rivadavia. La obra queda
paralizada por incumplimiento de pago de la Municipalidad. Para reactivarla, en
1993, la Municipalidad firma un acta con la empresa constructora que cancela la
deuda anterior y adjudica también, sin licitación previa, la obra de la
extensión de Beauchef que no figuraba en el contrato original. Los vecinos de
Caballito se enteraron del proyecto por el diario.
La furia se acrecentaba en cada
ronda de mates detrás del puesto de Lalo... La Feria todavía no se había
regularizado y los puestos eran desarmables, por lo que no existían límites
para albergar un buen número de allegados en el sector del vendedor... Existía
el temor a que la apertura de Beauchef se aprovechara para desregularizar la
presencia de la Feria y se perdiera el derecho adquirido con los años de permanencia.
(...). La incipiente Asociación de Amigos del Parque Rivadavia pidió una
reunión con el Director de Pavimentos, quien informó que “la obra es un hecho
consumado y su rol era informar y no discutir con los vecinos”. A todo esto, el
intendente Bouer ya había firmado el decreto para la apertura de Beauchef.
El día de la mala noticia se hizo
una colecta en el puesto de Lalo para comprar material y hacer pública la
propuesta. Ral Veroni diseñó el ícono de un auto con mandíbulas corriendo a un
árbol que fue impreso en serigrafia sobre los baldosones donde se proyectaba la
calle... (...) Era el momento de actuar y se armó la movida vecinal:
conferencias de prensa, entrevistas, recolección de firmas, llamados a
legisladores, propaganda a través de un periódico divulgativo, todo en el
intenso período de un mes de militancia.
(Al poco tiempo) los diarios
dejaron de hablar del proyecto y a Beauchef se lo ha visto encajonado...
JULIÁN D´ ANGIOLILLO
*Fuente: “La Desplaza. Biogeografía del Parque Rivadavia”
(Julián D´ Angiolillo).
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