No es la ideología el
mejor camino para cambiar el mundo, sino la corpología, donde la ideología es
una parte, una buena señal de cambio, pero que con la primera debemos
garantizar comportamientos, acciones de construcción de comunidad todo el
tiempo.
Capitalismo es muerte.
La cultura es viva y es comunitaria. Debemos reapropiarnos lo que es nuestro.
Basta de tragarnos tragarnos
el lenguaje del despojo.
Así se descoloniza
nuestro cotidiano, cuando trabajamos con aquello que somete nuestro cuerpo a
una rutina de su destrucción.
Buscamos acciones para
que el sentir y el pensar sean entrenados, vuelvan a renacer, a ser.
Indudablemente que desde la creación de nuevos cuerpos, se debe ser feminista,
ambientalistas, indigenistas, de izquierda, etc.
Pero sobre todo
militantes de la vida, de la restauración de la comunidad, una convivencia que busque,
construya, espacios de bienestar colectivo.
El cuerpo también es
sueño. Somos lo que soñamos.
IVÁN NOGALES
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