LA HUELGA DE LAS ESCOBAS DE 1907* (Parte II)



La huelga visivilizó la falta de vivienda en la ciudad (Foto: www.po.org.ar).

Tras muchos años de serios problemas los inquilinos, en agosto de 1907, comenzaron la huelga en el Conventillo “Los Cuatro Diques” ubicado en la calle Ituzaingó 279 de la Capital Federal, con el apoyo de la F.O.R.A. (anarquista) que se tradujo en no pagar los alquileres hasta que los mismos no fueran rebajados en un 30 %, conseguir mejoras sanitarias, eliminar los tres meses de depósito y que los propietarios no tomaran represalias con los participantes del movimiento. La huelga se extendió rápidamente y sorprendió a los propietarios y al gobierno. En pocos días se plegaron a la medida quinientas casas de inquilinato de la Capital, y a fines de septiembre de 1907 llegaron a unos dos mil conventillos. Durante el apogeo de la huelga se habían sumado Avellaneda, Lomas de Zamora, Rosario, Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata, Mendoza y Córdoba. Miles de inquilinos habían entrelazado sus rabias en el patio común del inquilinato, desobedeciendo las leyes que rigen el destino de los hombres (engendrando una ruidosa fraternidad) hecha de gozosa indiferencia ante el infortunio. (...)
Ausentes los hombres durante el día, mujeres y chicos se encargaron de asumir la defensa de sus alojamientos, enfrentando a caseros, policía y autoridades judiciales cuando llegaban las órdenes de desalojo. “En el conventillo de la calle Chile 864 ... un oficial de justicia... se vio obligado a retirarse... a causa de que las mujeres, armadas de escoba, palos y otros objetos lo amenazaron” (La Prensa, 1/10/1907). (...)
En el conventillo llamado de las “14 Provincias”, que albergaba más de doscientas familias, la policía con órdenes directas de su jefe Ramón Falcón ordenó a sus efectivos el desalojo... La policía abrió fuego asesinado a Miguel Pepe, un niño de diecisiete años. La huelga se intensificó y la Ley de Residencia de 1902 permitió que muchos militantes fuesen deportados. (...) Pese a la represión, los inquilinos obtuvieron algunas de sus demandas.

ALBERTO MORLACHETTI
*Extracto de un texto publicado originalmente en el Suplemento especial Nº 4 de la agencia de noticias Pelota de Trapo (feb.- marzo de 2006)

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