-Desde
la visión del chamanismo el mundo es Espíritu. No hace falta que hagas algo
para que seas espiritual. Si no fueras espiritual, no estarías vivo. Entonces,
¿qué trabajo existe? El personal. ¿Para qué? Para ver si tu persona se da
cuenta de quién es el espíritu que te contiene. La conclusión es que el trabajo
es personal y que se necesita disciplina y decisión para reconocerse. Porque el
espíritu ya es. (...) Estar desde el espíritu mismo es como un vibrar en el
estadio de amor.
-¿Por qué?
-Porque
cuando una persona define la palabra amor ya no vibra en el amor. Pasa que lo
que se vibra no se puede decir debido a que es un estado. Y, como es un estado,
no tiene definiciones. Para llegar a él, a vos se te dio cuerpo, inteligencia,
mucha fuerza y disciplina.
-¿Pero cómo salir de
los estados de miedo?
-Siendo
disciplinado... La disciplina lleva a que en el sistema neuronal encaje otro
tipo de información. Un ejemplo básico: un bebé no sabe lo que es papá, lo que
es tío, ni lo que es abuelo. Porque en su mente, en su glándula pituitaria, no
tienen información mental. Vos le decís ahí viene papá, y no entiende de forma
mental. Pero fijate que, genéticamente, el bebé tiene una glándula desarrollada
que se llama timo. Esta glándula está entre el corazón y la garganta. Esa
glándula en un bebé está totalmente desarrollada, en cambio, en un adulto está
atrofiada.
-¿Por qué?
-Porque
el adulto deja de sentir. (...) Así es como hablamos desde la mente y ya no
desde el cuerpo
-¿El chamanismo trata
de volver al cuerpo de las sensaciones?
-Claro...
Pasa que las personas (...) están desconectadas del plano del sentir porque
están demasiado conectadas al plano de la mente. Por eso, como primera medida
tenés que comprender que tenés un cuerpo, que tenés una personalidad que
adquiriste con los años y que será con ella con quien vas a tener que trabajar
para reconocer tu espíritu. Y no al revés. Si lo pensaras al revés, sería muy
egoico aseverar que uno está trabajando para su espíritu. En realidad, es el
espíritu el que está haciendo en mí que yo me de cuenta de quién es él. Por
eso, será con la disciplina de cualquier técnica que busques, porque es de ahí
de donde viene la comprensión*.
DIEGO
MARTÍN VARTABEDIAN
*Extracto
de la entrevista del autor con Don Jorge, incluida en el libro “Conversaciones
con el águila” (pags. 52 y 53)
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