A principios de enero
Meses después la Asamblea decidió buscar un lugar para desarrollar actividades, atendiendo a las necesidades crecientes de los vecinos. Por eso recuperó para el barrio el edificio del ex Banco Mayo (Ángel Gallardo 752), cuyo presidente Beraja aún está preso por quiebra fraudulenta, que se encontraba abandonado desde hacía años y era un criadero de ratas. Abrimos sus puertas, limpiamos el lugar y, con el apoyo de numerosos vecinos, instalamos un comedor popular y un ropero comunitario. Acompañamos también las distintas luchas populares y por los Derechos Humanos, apoyando también a las empresas recuperadas. Desarrollamos actividades culturales (presentaciones de libros, debates, videos) y difundimos las nuevas experiencias que se iban dando en América Latina, como la campaña “No al ALCA”.
El Cid siempre fue un espacio abierto para todas y todos los que luchan por los derechos sociales, políticos y culturales, y para los que trabajan por construir un nuevo mundo. Por eso en 2005, convencidos de la necesidad de articular con todo el movimiento popular, abrimos las puertas a otras experiencias y construimos en común el “Espacio de Cultura y Política Popular del Cid”, que hasta hoy desarrolla diversas actividades comunitarias de interés general.
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